Nuestra boda

you got rick rolled

Lucía y Abraham

Bienvenide al sitio web y mesa de preregistro para nuestra boda.

Ahora que tengo tu atención, me gustaría hablarte de algunas cosas que he estado pensando y que tienen un poco de ver con esto.

Lo cierto es que nadie aquí se va a casar. Al menos no Lucía y yo. Somos muy buenos amigos y eso seguirá siendo cierto por mucho tiempo. La historia corta es que estábamos ayer en la noche platicando y, entre risas y plática, le envié la "propuesta" por facebook, y ella aceptó. Muy inocente todo hasta ahí.

Un poco menos inocente es todo el proceso que nos lleva a esta idea del matrimonio, y que me he dado a la tarea de cuestionar desde hace ya algunos años, llevándome esos pensamientos a descubrir todo un mundo allá afuera de la normatividad.

Qué automático es todo, ¿no crees? Asumir desde el principio que dos personas (típica o normativamente una mujer y un hombre) que comparten algo han de establecer una relación™ primero, buscar el matrimonio™ después, y tener hijes inevitablemente. Todo eso de a gratis, a punta de aprenderlo o de que nos lo impriman con hierro caliente en la piel desde que somos unas inocentes criaturitas.

Pues te vengo a compartir la posibilidad de que quizá las cosas no tengan que ser así. Me explico.

Comenzamos con la idea misma del matrimonio. En algún momento de la historia al Estado™ se le ocurrió (con ligeras variaciones según la ubicación) que organizar a la población por parejas (heterosexuales) tenía sentido. Es más, se le ocurrió que era La Forma™ de vivir sin ninguna otra posibilidad. ¿A mi qué rayos me va a importar lo que el señor estado crea que es la ruta que debo seguir en la vida? ¿Por qué querría en mi sano juicio añadirle carga burocrática a mi relación con alguien a quien amo y con quien disfruto el tiempo juntos? Eso sin mencionar que el matromonio es un contrato que obliga a las partes ¿a qué las obliga? ¿por qué quisiera yo sentirme obligado o atado a una persona?

Por eso puedes tener la certeza de que, a menos que sea por una cuestión burocrática ventajosa para una de las partes (no hipotéticamente ventajosa sino una razón práctica necesaria), no me verás casarme en esta vida. Es más, si lo hago quizá sea con une amigue a quien el asunto legal le beneficie, dadas las circunstancias.

Quisiera que ahí hubiera acabado la cosa, que tumbando la idea del matrimonio como algo deseable hubiera sido suficiente, pero no lo fue, así que fui un poquito más lejos y llegué a las relaciones por sí mismas.

Como que tenemos la idea de La Relación™ (heterosexual, monógama) en una suerte de pedestal teórico que ni la más fundada teoría matemática goza. Aquí algunos mitos asociados:

  1. Que es necesaria
  2. Que es única
  3. Que es exclusiva
  4. Que debe ser perdurable
  5. Que debe doler o requiere sacrificios
  6. Que se ve igual para todes

Vámoslo desarmando en pedazos:

1. Que es necesaria

¡Noooo! ¡Pinches no! Ya sé que nos lo inculcaron en la casa, en las películas, la música y la literatura, pero por supuesto que no es necesaria. Aspiremos a ser personas completas por nosotres mismes y entendernos como parte de una sociedad más grande que nuestra familia inmediata, porque eso sí que lo necesitamos. Nadie puede subsistir en soledad, pero la forma de subsanar esa incapacidad está en la sociedad en su conjunto, en las redes de apoyo y en la colaboración. No en La Pareja™.

2. Que es única

Me van a perdonar ustedes que encontraron al amor de su vida (yo también lo hice, varias veces), pero no existe La Persona™. A veces se quiere representar esto de encontrar a le indicade como una pieza de rompecabezas y la premisa es que existe Una™ que es la que mejor encaja. Vamos a la realidad. Somos tan complejos que nadie, nuca, posíblemente, va a encajar a la perfección por mucho que lo intente, y si lo intenta demasiado (y parece lograrlo) seguro más bien se perdió a sí misme. Esperar que alguien nos encaje perfectamente es egoísta en el mejor de los casos y si hacemos hasta lo imposible por encajar con alguien más nos perderemos. Creo que más de una persona sabe de lo que hablo aquí. Más bien lo que pasa es que encajamos con las personas que nos rodean de diferentes maneras, todas complementarias y algunas hasta se traslapan. Eso es bonito y está bien.

3. Que es exclusiva

Me voy a meter en problemas con esta, pero me la rifo. Verás, un corolario de lo de arriba es que para cada cosa que necesitamos o queremos compartir con alguien habrá no una sino varias personas con quien lo podemos hacer. ¿Cómo es que llegamos a una situación en la que por estar en La Relación™ descuidamos otro tipo de vínculos igual de importantes? Es simple: porque la pusimos en un pedestal de importancia que acapara (monopoliza) ciertos tipos de afectos que sentimos que no se pueden compartir fuera de, porque sentimos un límite roto. Muchas veces este límite en realidad tiene que ver exclusivamente con nuestro propio cuerpo o nuestras propias emociones, que al compartirlas con quien queramos en realidad (en la mera realidad tangible) no afecta a absolutamente nadie. Las afecciones suelen tener que ver con inseguridades y temores de pérdida que debemos trabajar, pero que no son necesarios. Una Relación™ se define por la propiedad que ejercemos (injustificadamente) sobre el cuerpo y los sentimientos de la otra persona.

4. Que debe ser perdurable

La realidad es cambiante, las circunstancias lo son, nosotros lo somos. Le pusimos tanta importancia a La Relación™ que tememos perderla y en mantenerla nos perdemos nosotros. Dejémonos fluir, dejemos fluir nuestros sentimientos, necesidades e intereses cambiantes. Dejemos a las personas entrar y salir de nuestra vida más orgánicamente y quitemos el dolor ficticio de la disolución de La Relación™. Duele perder a las personas, eso sí, pero ¿cuántas veces no sabíamos la relación perdida mucho antes de que formalmente acabase?

5. Que debe doler o requiere sacrificios

¡Pinches no! ¿Cómo permitimos esto ser la norma? ¡Es super insalubre! Otro problema del pedestal relacional es que nos queremos aferrar a toda costa, queremos encajar, nos modificamos para encajar, nos perdemos en el camino, perdemos nuestra esencia. La convivencia en general requiere un juego de ceder y adaptarse, pero eso es cierto hasta con el vecino. En medida que lo toleramos con los extraños es que debemos tolerarlo con nuestros vínculos afectivos, no más. No te modifiques por pertenecer, te perteneces antes que nada a ti misma, luego a tus prioridades y quizá en algún lugar por ahí del quinto, a tus quereres.

6. Que se ve (o debe ver) igual para todes

Este es el papel aplanador o homogeneizador del capitalismo en acción. Nos convencemos de que necesitamos El Amor™, pero además ese amor estandarizado que nos venden en las películas. La verdad es que somos tan diverses que el solo pensamiento de que ese amor va a ser el nuestro es de risa. Igual y sirve de referencia cómica, o hasta de antídoto, pero no como receta como lo hemos tratado. Las circunstancias que vivimos cada quien son tan variables que de ninguna manera los amores que podemos tener tienen la misma forma.

Palabras de despedida

Entonces ¿qué sigue? En mi caso seguir viviendo, y en el tuyo también. Ojalá esto te haya dado algo en lo que pensar. Discutan en parejas (si después de leer esto aun tienen).

Si quieres seguir este hilo y ver a dónde te lleva ¡Felicidades! Es un camino lleno de sorpresas y autodescubrimiento que he encontrado bastante satisfactorio. Te dejo aquí la forma de continuarlo: son una colección de audios de mi leyendo un fanzine sobre el tema. Si prefieres leerlo al final está una liga a la versión PDF.

¿Quieres más? Lee a Brigitte Vasallo, lee a Juan Carlos Pérez Cortés.

Agradecimientos

A Antílope, por enseñarme el hilito que habría de serguir en este camino en el que, ahora lo veo, estaba muy perdido.

A Lucía: Gracias por aceptarme esta pedida de mano, ya te la puedo regresar para que hagas con ella lo que gustes.

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